La Directiva Europea 91 / 271 sobre depuración de aguas residuales implica la construcción de Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales, lo que ha incrementado la producción de biosólidos junto a un incremento del coste global del saneamiento. Este aumento viene del procesado, gestión y reciclado de los biosólidos y también en parte por la aplicación de estándares ambientales, cada vez, más exigentes en todos los aspectos, que condicionan y limitan el uso y disposición final del subproducto. La gestión de los biosólidos pasa por su reciclado cuando cumplen los requisitos que dicta la normativa, o por su eliminación en caso contrario. Cuando los biosólidos se reciclan surge el problema de su gestión ambientalmente correcta. Actualmente, ante la falta del desarrollo completo de la Ley 10 / 1998 de residuos, su gestión es un tanto diversa. No obstante, se muestran dos modelos de gestión que han sido adoptados por la administración catalana, como alternativas a la gestión de los biosólidos que son reciclados en la agricultura. En ellos se citan las diversas características de cada uno de ellos, así como la problemática y necesidades actuales en cuanto a la gestión del reciclado.
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