Andrés Folguera, Emilio Rojas Vera, Darío L. Orts, Matteo Spagnolo, Lucía Sagripanti, Jonathan E. Tobal, M. Ramos, V.A. Ramos
Los Andes del sur se han construido en los últimos 100 Ma a través de un apilamiento tectónico de escala cortical. La primera fase de acortamiento ocurrió en el Cretácico superior, coetáneamente a una serie de expansiones del arco magmático que probablemente estuvieron asociadas a tres amplios segmentos de subducción horizontal que sufieron, de forma localizada, algunos episodios de empinamiento. Durante el Eoceno estas zonas de subducción somera se transforman en dos más pequeñas que producen un arco volcánico discontinuo en la zona del antepaís. El Oligoceno superior se caracteriza por el empinamiento generalizado de los segmentos de subducción antes descritos, el emplazamiento de “plateaux” volcánicos en la zona central Patagónica y la generación de cuencas extensionales en los sectores internos del orógeno. Finalmente, después de un periodo de inhibición de la actividad orogénica, se producen tres nuevas zonas de subducción somera entre el Mioceno Medio y el Mioceno Superior, evidenciadas por una expansion del arco en los Andes Centrales Australes y Patagónicos y una fuerte elevación de dichas montañas.
Gran parte de estas zonas sufren ciclos de empinamiento en los últimos 5 millones de años, asociándose una extensión generalizada y la inyección en el antepaís de materiales de procedencia astenosférica.
The southern Andes have been built through the stacking of crustal sheets in discrete periods during the last 100 My. The first important shortening took place in Late Cretaceous at the time of eastward arc expansions potentially linked to three areas of subducted slab shallowings of 200 and 800 km wide respectively. These shallowings have progressed to two smaller flat slabs in Eocene times, where rather anhydrous subducted slabs generated a discontinuous arc emplaced in the foreland area. Discrete segments of the former Late Cretaceous slab shallowings would have fallen down at this time producing early slab steepening settings. Then Late Oligocene times coincide with the final steepening of the broad Late Cretaceous to Eocene shallow subduction zone with the emplacement of voluminous volcanic plateaux in central Patagonia and extensional basins in the hinterland zone. Lately a long quiescence period was interrupted by the development of three Miocene shallow subduction settings more than 400 km long each, evidenced by arc expansions and associated with Andean uplift. Most of these areas were extensionally reactivated in the last 5 My at the time of retraction and steepening of formerly shallow subduction zones, being associated with voluminous mantle derived materials.
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