Por la propia estructura de la moneda, y por su igual disposición, de colocar en anverso la cabeza del Emperador y en reverso el nombre de la ceca que la emite, se ha podido comprobar que existen dos fenómenos diferentes o la hora de estudiar una y otra cara.
Parece confirmarse, que al igual que en las acuñaciones, en las contramarcas el reverso se reservaba para los datos municipales y por consiguiente el anverso quedaba circunscrito a los datos puramente imperiales y honoríficos.
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