Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Sobre la música popular en la teoría poscolonial

    1. [1] University of North Carolina at Charlotte

      University of North Carolina at Charlotte

      Estados Unidos

  • Localización: post(s), ISSN-e 2631-2670, ISSN 1390-9797, Vol. 4, Nº. 1, 2018
  • Idioma: español
  • Títulos paralelos:
    • On Popular Music in Postcolonial Theory
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      Este ensayo sostiene que si bien la mayoría de los académicos especializados en teoría poscolonial y crítica racial abordan la música como un ejemplo de raza, encarnación racial y política racial, este modelo “ejemplar“ trata imprecisamente a cada área (raza, música y, a veces, género) al considerarlas como discursos distintos. Si lo que está en discusión al definir qué constituye la música y qué constituye la raza es fundamentalmente el mismo problema —la determinación de la relación entre los cuerpos racializados, colonizados o resonantes y las fuerzas sociales que operan en, a través y sobre estos cuerpos—, entonces la relación entre los cuerpos controlados y resonantes no es tanto ejemplar o representativa, sino, como he decidido llamarla, “coincidente“. Mientras que en el libro Blues Legacy and Black Feminism (1998), Angela Davis examina explícitamente la coincidencia de género, raza y clase como se “expresa“ en la música de Ma Rainey, Bessie Smith y Billie Holiday, también implícitamente comienza a delinear la coincidencia de género, raza y clase con los discursos y prácticas que llegaron a constituir “el blues“. Por lo tanto, me dirijo a ese texto como una instancia de la manera en que el modelo “ejemplar“ se transforma en un modelo coincidente o conjetural de las relaciones entre raza, clase, género y música. He adoptado el término “coincidencia“ para describir las relaciones entre raza, género y música porque es una metáfora más precisa que el lenguaje ampliamente utilizado y criticado de la interseccionalidad.

    • English

      This essay argues that while most scholars in this area treat music as an example of race, racial embodiment, and racial politics, this “example” model inaccurately treats each area (race, music, and sometimes gender) as a distinct discourse. If what is at stake in defining what constitutes music and what constitutes race is fundamentally the same issue — the determination of the relationship between raced, colonized, or resonating bodies and the social forces which operate in, through, and on these bodies— then the relationship between raced and resonating bodies is not so much exemplary or representative as it is what I call “coincident.” While Angela Davis’ Blues Legacies and Black Feminism (1998) explicitly examines the coincidence of gender, race, and class as it is “expressed” in the music of Ma Rainey, Bessie Smith, and Billie Holiday, it also implicitly begins to draw out the coincidence of gender, race, and class with the discourses and practices which came to constitute “the blues.” Thus, I turn to this text as an instance of how the “example” model is transformed into a coincidental or conjectural model of the relationships among race, class, gender, and music. I have adopted the term “coincidence” to describe the relationships among race, gender, and music because it is a more accurate metaphor than the widely used and critiqued language of intersectionality.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno