Arabia Saudí: Un coloso con los pies de barro

• Eugenia López-Jacoiste Díaz ^[1]
  1. [1] Universidad de Navarra

     Universidad de Navarra

     Pamplona, España

     
• Localización: Revista UNISCI / UNISCI Journal, ISSN-e 2386-9453, Nº. 57 (Octubre/ October), 2021 (Ejemplar dedicado a: Crisis y reconfiguración en Oriente Medio y El Cáucaso), págs. 101-148
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • Saudi Arabia: A colossus with clay feets
• Enlaces
  • Texto completo (pdf)
• Resumen
  • español

    El fundamento político-religioso del Reino de Arabia Saudí es el wahabismo que marca su identidad, su sociedad y su política. La dinastía Al Saud defiende y expande el islam sunní en la región y fuera de sus fronteras. Para poder entender los intereses y objetivos de la política exterior saudí, este artículo analiza los principales elementos geopolíticos al servicio de la estabilidad y hegemonía de la casa Al Saud en la región más convulsa de Oriente Medio. El Gobierno saudí está desarrollando una política exterior, insospechada en el pasado para mantener su histórica alianza con Washington, a pesar de los altibajos, y transformar las viejas rivalidades entre Riad y Teherán en nuevas oportunidades, incluso con Israel.

    Este cambio en la política exterior saudí se debe al controvertido Príncipe Heredero Mohamed bin Salmán que sabe aprovechar la cambiante geopolítica regional y los instrumentos financieros saudíes, pero también los militares y tecnológicos a favor de una Arabia Saudí más proactiva y moderna, a pesar de sus debilidades.

  • English

    The political-religious foundation of the Kingdom of Saudi Arabia is Wahhabism that marks its identity, society and politics. The Al Saud dynasty defends and expands Sunni Islam in the region and beyond its borders. In order to understand the interests and objectives of Saudi foreign policy, this article analyzes the main geopolitical elements at the service of the stability and hegemony of the Al Saud house in the most turbulent region of the Middle East. The Saudi government is developing a foreign policy, unsuspected in the past, to maintain its historic alliance with Washington, despite the ups and downs, and to transform the old rivalries between Riyadh and Tehran into new opportunities, including with Israel. This change in Saudi foreign policy is due to the controversial Crown Prince Mohamed bin Salman who knows how to take advantage of the changing regional geopolitics and Saudi financial instruments, but also the military and technological in favor of a more proactive and modern Saudi Arabia, despite his weaknesses.