Para poder realizar un buen tratamiento de las patologías presentes en la boca del caballo, el primer paso debe ser un buen diagnóstico. Para ello, deberemos conocer la historia del caballo, observarlo externamente, palparlo, ver la movilidad de la mandíbula y de la cabeza, y finalmente abrir la boca (observándola primero sin abrebocas y posteriormente con él). En los casos en los que sea necesario, además de revisar la boca visualmente con una buena iluminación, palparla, revisarla con la ayuda de un espejo y hacer endoscopia oral, será necesaria la realización de radiografías, tomografía computarizada, resonancia magnética, o biopsia en caso de sospecha de un tumor, para tener más información.
Realizar una buena inspección es básico para poder tener un buen diagnóstico, y con el podremos realizar a continuación el tratamiento adecuado a las diferentes patologías que presente el caballo en la boca, y dar un pronóstico realista al propietario. Sin un buen diagnóstico no podremos ayudar al caballo a tener la máxima eficacia masticatoria y rendimiento deportivo ya que no realizaremos el tratamiento adecuado. Es muy importante diagnosticar todas las patologías presentes en cada caso.
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