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El Terciario de la Cordillera Bética: estado actual de conocimientos

  • J.A. Vera [1]
    1. [1] Universidad de Granada

      Universidad de Granada

      Granada, España

  • Localización: Revista de la Sociedad Geológica de España, ISSN 0214-2708, Vol. 13, Nº. 2, 2000, págs. 345-373
  • Idioma: español
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      En la Cordillera Bética, durante el Terciario, ocurrieron los cambios paleogeográficos más significativos de su historia geológica. Durante el Paleógeno-Aquitaniense se diferenciaban tres dominios corticales: el margen sudibérico (incluido en la Placa Ibérica), la Placa Africana y la Microplaca de Albarán, separadas por franjas de corteza continental muy adelgazada y de corteza oceánica, en las cuales se depositaron importantes volúmenes de turbiditas (surco de los Flyschs). En el margen sudibérico, los materiales del Paleógeno-Aquitaniense están ausentes en los sectores más cercanos al continente (Prebético Externo); hacia el sureste (parte del Prebético Externo) se depositaron sedimentos de plataformas marinas someras, mientras que más al sureste (resto de la cuenca) lo hicieron sedimentos marinos pelágicos (margas y lutitas), que en el Eoceno superior-Aquitaniense presentan, además, intercalaciones de turbiditas y localmente de olistostromas. En la Microplaca de Alborán, durante el Paleógeno-Aquitaniense, la sedimentación se limitó casi exclusivamente al Complejo Maláguide, y en ella se constatan importantes discontinuidades estratigráficas; expresión de fases de deformación. Entre estas discontinuidades destaca uha intra-Oligoceno, que quedó reflejada pcir fa posición discordante y transgresiva de los sedimentos del "Grupo Ciudad Granada" (Oligoceno superior-Aquitaniense) sobre los materiales maláguides. Durante el Burdigaliense-Langhiense Serravalliense tuvo lugar el desplazamiento hacia el oeste de una parte de la Microplaca de Alborán hasta colisionar con el margen sudibérico. Los materiales depositados previamente en este margen se plegaron y deformaron constituyendo las Zonas Externas Béticas, mientras que los materiales desplazados de la Microplaca de Albarán constituyeron los afloramientos de las Zonas Internas Béticas. Los materiales que se habían depositado previamente en el surco de los flyschs fueron expulsados, formando las unidades alóctonas que afloran entre las Zonas Internas y las Zonas Externas, especialmente en el Campo de Gibraltar. Durante este intervalo de tiempo la sedimentación fue simultánea a la deformación. En el fragmento de la Microplaca de Albarán que se desplazaba se depositaron materiales ("Grupo Viñuela" del Burdigaliense) que sellaron el cabalgamiento del Alpujárride sobre el Maláguide. En el antiguo margen sudibérico dominaban los sedimentos de facies marinas, pero son frecuentes los olistostromas, en especial en el surco profundo móvil que se iba desplazando progresivamente hacia el norte. Durante el Mioceno superior y Plioceno, una vez terminada la colisión continental, se individualizaron las cuencas postorogénicas. De una parte estaba la cuenca de antepaís (Cuenca del Guadalquivir) que se continuaba bajo el mar en el Golfo de Cádiz y de otra parte las cuencas localizadas en el seno de los nuevos relieves montañosos (cuencas intramontañosas). Eh la Cuenca del Guadalquivir, durante el Mioceno superior y Plioceno, la sedimentación fue de cuerpos progradantes hacia el oeste que iban desplazando, igualmente hacia el oeste las líneas de costas. En las cuencas intramontañosas la sedimentación se inició en medio marino (Tortoniense superior) y hacia el Messiniense ocurrió un cambio notable: en las cuencas situadas en el interior del continente hubo sedimentación continental (que en algunas cuencas se prolongó hasta el Pleistoceno medio) y en las cuencas ubicadas cerca de la líneas de costas actuales siguió la sedimentación marina. Al sur de las Zonas Internas Béticas, en las Cuenca del Mar de Alborán, se depositaron importantes volúmenes de sedimentos marinos del Mioceno superior-Plioceno. Al final del Plioceno la geografía del sur de España sería muy semejante a la actual, con la excepción de algunas pequeñas variaciones de la posición de las líneas de costas.

    • English

      The most significant palaeogeographic changes in the geological history of the Betic Cordillera occurred during the Tertiary. Three crustal domains became differentiated during the Palaeogene-Aquitanian: the South Iberian margin (including the Iberian Plate), the African Plate and the Alborán Microplate. They were separated by belts of highly thinned continental crust and oceanic crust, in which large amounts of turbidites were deposited (Flyschs Troughs). In the South Iberian margin, Palaeogene-Aquitanian sediments are absent in sectors proximal to the continent (Extetnal Prebetic) and present towards the southeast (part of the Internal Prebetic) as shallow-marine platform sediments and further southeast (the rest of the basin) as pelagic marine sediments (marls and lutites), which, in the Eocene-upper Aquitanian also show intercalations of turbidites and local olistostromes. In the Alborán Microplate, sedimentation was mainly limited to the Maláguide Complex during the Palaeogene-Aquitanian. This complex reveals considerable stratigraphic unconformities, indicating deformational phases. During the Oligocene, one of these unconformities was reflected by the discordant, transgressive position of the Ciudad Granada Group sediments (Oligocene-upper Aquitanian) over the Maláguide basement. During the Burdigalian-Langhian-Serravallian, part of the Alborán Microplate was displaced westwards to collide with the South Iberian margin. Then the deposits of this last margin were folded and deformed forming the Betic External Zones, while the displaced materials of the Alborán Microplate correspond to the Betic Interna] Zones. The sediments that had been deposited in Flyschs Troughs were expelled, forming the allochthonous units cropping out between the Internal and the External Zones, particularly in the Campo de Gibraltar. During this period, sedimentation was coeval with deformation. The sediments deposited on the fragment of the displaced Alborán Microplate (the Burdigalian "Viñuela Group") then capped the Alpujárride thrust over the Maláguide. In the ancient South Iberian margin, marine facies sediments dominated, although olistostromes are frequent, especially in the fore-deep basin being gradually displaced northwards. During the late Miocene and Pliocene, once the continental collision had ended, the postorogenic basins formed. On one hand was the foreland basin (Guadalquivir Basin) that continued under the sea in the Gulf of Cádiz and on the other hand the basins localized in the heart of the new mountainous relief (intramontane basins). During the late Miocene and Pliocene, the sedimentation in the Guadalquivir Basin comprised eastward-prograding bodies that displaced the coastlines westwards. In the intramontane basins, sedimentation began in a marine environment (late Tortonian). In the intramontane basins located into the continent the continental deposition began in the Messinian and continued until middle Pleistocene. In the intramontane basins located near the present coast lines, the marine deposition continued during the Messinian and the Pliocene. South of the Betic Internal Zones, in the Alborán Sea basin, significant volumes of upper Miocene - Pliocene sediments were deposited. By the end of the Pliocene, the geography of southern Spain was very similar to that of the present, with the exception of some small variations in the position of the coastlines.


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