Cuando nació la ópera, Francia quiso permanecer ajena a las influencias extranjeras adaptando el nuevo género a su idiosincrasia cultural. Desde la tragédie lyrique hasta la opéra comique, sin olvidar la grand opéra o el drame lyrique, los autores galos se desmarcaron de otras estéticas europeas. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, las fronteras del género se irán diluyendo en beneficio de un estilo más ecléctico.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados