Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de Un universo de creatividad y diversidad

Alvin Tse

  • El año 2020 fue importante para el cine asiático. La producción surcoreana Parásitos , dirigida por Bong Joon-ho, ganó por primera vez el premio a la mejor película en los Óscar, así como el de mejor película internacional. Un año antes había conseguido la Palma de Oro en el Festival de Cannes en las categorías de arte y ensayo. Dos años antes, en 2018, el director japonés Hirokazu Koreeda se convirtió en el primer asiático que lograba el galardón francés con Manbiki Kazoku. ¿Está el cine asiático ante un nuevo panorama? Veamos sus características y cómo ha podido llegar hasta ahí.

    Asia es el más extenso de los cinco continentes y cuenta con el mayor número de países y poblaciones, divididos por ubicación en Asia Oriental, Sureste Asiático, Asia Meridional, Asia Occidental (Oriente Próximo) y Asia Central. Incluso los países más pequeños del continente tienen sus propias lenguas y religiones, y sus culturas están estrechamente influidas entre sí, lo que hace del multiculturalismo una palabra clave en el cine asiático.

    Las antiguas civilizaciones de Irak y China ya disponían de lo que puede denominarse como modelos de cine, con las marionetas de sombra y la cámara oscura. Sin embargo, desde el nacimiento del cine, a finales del siglo XIX, Oriente ha seguido los pasos de Occidente en este campo. Durante la Segunda Guerra Mundial, en la que se vio envuelta gran parte de los países asiáticos, la importancia del cine creció desde el caos de la contienda hasta la posguerra, y se generalizó la idea de aprender de Occidente, tras haber observado su poder durante el conflicto bélico. Las décadas entre 1940 y 1980 suelen considerarse “la edad de oro” del cine asiático, con muchos maestros surgidos de diferentes regiones, entre ellos directores japoneses como Akira Kurosawa y Yasujiro Ozu, y el director bengalí Satyajit Ray, conocidos todos ellos por el público occidental.

    En la década de los ochenta, el auge económico de Asia generó la necesidad de producir más películas de entretenimiento que se adaptaran a los gustos del público local. Las películas de kung-fu y de acción de Hong Kong se hicieron populares en todo el mundo, y otros países se especializaron en películas comerciales, como las románticas y policíacas de Corea del Sur; las de ídolos juveniles y las de misterio de Japón; las de terror de Tailandia, y las musicales de India (con el desarrollo de Bollywood). Al mismo tiempo que se vivía el auge del cine comercial, los países asiáticos también continuaron con el cine humanista de la “edad de oro”, exportando la cultura cinematográfica como una competencia de poder blando y haciendo mayor hincapié en la expresión de su propia cultura, tradiciones sociales y valores...


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus