El presente artículo postula básicamente que las organizaciones no gubernamentales (ONG) y comunitarias han tenido una influencia positiva en la lucha por proteger la selva amazónica brasileña. Al actuar por sí solas o forjando alianzas con organizaciones no gubernamentales internacionales han influido tanto en la legislación de protección del medio ambiente como en la aplicación de ésta. En una economía mundial impulsada por el desarrollo y el afán de lucro, estos "guardianes de la selva" desempeñan un papel decisivo en la supervivencia futura de la Amazonia. Su actitud constituye un desafío a las nociones tradicionales de destrucción de los bosques en aras del desarrollo. En el presente artículo, a título ilustrativo, se exponen los casos de las organizaciones comunitarias indígenas y de Greenpeace.
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