Cuando estamos calculando una estructura metálica, el último eslabón es su conexión con un elemento constructivo existente, generalmente construido en hormigón y en menor medida en obra de fábrica. Con mucha frecuencia esta conexión se produce a través de elementos, en cierto modo extraños al material base, dado que se instalan con posterioridad a su construcción, pero que presentan una unión de alta resistencia con el mismo. Estamos hablando de los elementos de anclaje.
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