Los ladrillos capaces de absorver la contaminación atmósferica captan las partículas aprovechando el sistema de ventilación del edificio. El funcionamiento se inspira en el filtro ciclón, una idea tomada de las nuevas aspiradoras, que separa las partículas contaminantes pesadas del aire y las deja caer en una tolva desmontable en la base de la pared.
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