Durante once días, las calles de Ecuador fueron un campo de batalla. Civiles, policías, indígenas y militares se enfrentaron los unos con los otros. Las protestas comenzaron el 3 de octubre como consecuencia de la insatisfacción de los ecuatorianos con un decreto presidencial que anularía los subsidios a los combustibles. Violencia, terrorismo, vandalismo, robos, represión, heridos y muertes fueron el resultado de las protestas. A lo largo de esos días, los ecuatorianos experimentaron conductas rebeldes, perdieron su identidad individual y mostraron sentimientos racistas y de polarización. A causa de lo ocurrido durante las protestas, este artículo pretende explicar el comportamiento y la conducta de los ecuatorianos desde una perspectiva psicológica.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados