El tema de la coordinación es fundamental para el funcionamiento de las normas jurisdiccionales del Reglamento núm. 2016/1103 sobre regímenes económicos matrimoniales y el Reglamento núm. 2016/1104 sobre las consecuencias patrimoniales de las uniones registradas. Ambos Reglamentos tienen por objeto reunir los litigios ante los tribunales de un Estado miembro y hacer que los procedimientos correspondientes sean gestionados por los tribunales del mismo Estado miembro. El considerando 34 del Reglamento núm. 2016/1103 especifica que los asuntos de régimen económico matrimonial relacionados con procedimientos pendientes ante el tribunal de un Estado miembro que conozca de una solicitud de divorcio, separación legal o anulación del matrimonio deben ser tratados por los tribunales de ese Estado miembro, “a menos que la jurisdicción para dictaminar sobre el divorcio, la separación legal o la anulación del matrimonio solo pueda basarse en motivos específicos de competencia. En esos casos, no debe autorizarse la concentración de la competencia sin el acuerdo de los cónyuges”. Lamentablemente, el objetivo de acumular los procedimientos no siempre se alcanza.
El sistema de la UE de derecho internacional privado en materia de familia se ha ampliado gradualmente en el ámbito del divorcio y la separación legal a los aspectos económicos de la vida familiar, al menos para los Estados miembros que participarán en la cooperación reforzada. Sin embargo, prácticamente estos temas suelen abordarse en una misma demanda de divorcio. Cuestiones como la asignación del hogar familiar y la definición de la obligación de uno de los cónyuges de mantener económicamente al otro están estrecha y sustancialmente relacionadas con la sentencia de divorcio y con las condiciones y razones que la sustentan. La necesidad de coordinar los instrumentos de la UE se hace evidente porque los cónyuges litigan sobre las consecuencias económicas del divorcio. Como resultado, parece razonable y en interés de las partes que el divorcio y los aspectos patrimoniales relacionados sean tratados por el mismo tribunal.
The subject of coordination is fundamental for the functioning of jurisdictional rules of the Regulation n.2016/1103 on matrimonial property regimes and Regulation n.2016/1104 on the property consequences of registered partnerships. Both Property Regimes Regulations have the purpose of gathering litigation before the courts of one Member State and have the related procedures managed by the courts of the same Member State. Recital 34 of Regulation No. 2016/1103 specifies that matters of matrimonial property regime related to proceedings pending before the court of a member state hearing an application for divorce, legal separation or marriage annulment should be dealt with by the courts of that Member State, “unless the jurisdiction to rule on the divorce, legal separation or marriage annulment may only be based on specific grounds of jurisdiction. In such cases, the concentration of jurisdiction should not be allowed without the spouses’ agreement”.
Unfortunately, the purpose of concentrating the proceedings is not always met. The Eu system of private international law in family matters has gradually extended its terms of reference from divorce and legal separation to the financial aspects of family life, at least for the Member States that will take part in the enhanced cooperation. Nonetheless, practically these topics are often addressed in the same action for divorce. Issues such as assigning the matrimonial home, and the definition of the obligation of one spouse to support the other financially are strongly and substantially connected to the ruling on divorce, and to the conditions and reasons that ground that ruling. The need to coordinate between the EU instruments becomes apparent because spouses litigate over the financial consequences of divorce. As a result, it seems reasonable and in the parties’ interests to have divorce and the related financial aspects handled by the same court.
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