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Resumen de Dermatología estética facial. Una visión holística

José Ferrandis Luis, Agustín Viera Ramírez

  • español

    La dermatología estética complementa y potencia la eficacia de la dermatología clínica, al añadir al concepto de salud cutánea el parámetro «bienestar», incluida la idea de «verse bien». Por ello, consideramos al paciente dermoestético como un todo, en una visión integral u holística de su diagnóstico y tratamiento. Esto requiere con frecuencia la participación de otros especialistas —como, por ejemplo, en nutrición, psicología o ecografía— en busca de la salud cutánea en todos sus aspectos. En el diagnóstico y tratamiento en dermatología estética actual, cobra cada vez más importancia la ecografía cutánea de alta frecuencia, técnica de imagen en consulta que permite objetivar la evaluación del envejecimiento y los tratamientos realizados, reducir las complicaciones, mejorar los resultados y reforzar la confianza del paciente en el proceso. Igualmente, esa visión holística del paciente lleva cada vez con más frecuencia a protocolos diagnósticos basados en los signos emocionales externos transmitidos por el paciente y producidos por cambios anatómicos identificables, que transmiten emociones no congruentes con las emociones del propio paciente (tristeza, enfado, cansancio, envejecimiento), en lo cual ahondamos ya desde la primera anamnesis, tanto si el paciente acude por una enfermedad dermatológica con repercusión estética, como si busca embellecimiento o rejuvenecimiento. La investigación y la clínica del tratamiento de los atributos emocionales estéticos muestran cómo es capaz de inducir mejoría estética, integrada en la salud del individuo y percibida como «natural», además de mejorar secundariamente su salud emocional. Dentro de nuestra visión holística de la dermatología estética, analizamos el papel del exposoma, conjunto de factores extrínsecos a los que está expuesto el individuo desde que nace hasta que muere y, en concreto, los que tienen evidencia de acelerar el envejecimiento cutáneo, como determinadas sustancias químicas, la radiación, el calor/frío, el estrés emocional, los hábitos tóxicos y, en especial, la nutrición. Y respecto a esta última, las revisiones recientes muestran indicios de su relación con el envejecimiento extrínseco mediado por el estrés oxidativo, similar al debido al fotoenvejecimiento, pero originado por determinadas pautas nutricionales. Por ello, incluimos el tratamiento nutricional en el tratamiento dermatológico estético, añadiendo, cuando es necesario, el apoyo farmacológico adecuado, como el existente para el control del sobrepeso y la obesidad (tales como el orlistat o, especialmente, la liraglutida) para la mejora de la salud del individuo, lo cual redunda en el aspecto estético de su piel.

  • English

    Aesthetic dermatology complements clinical dermatology, enhancing its effectiveness by adding the «well-being» parameter to skin health concept, also including the idea of «looking good». For this reason, we consider the dermaesthetic patient in the diagnosis and treatment as a whole, in an integral or holistic vision. This often requires the participation of specialists in nutrition, psychology, ultrasonography and many other areas, in search of the concept of health in all its aspects, not only the biological one.In the diagnosis and treatment in current aesthetic dermatology, high frequency skin ultrasound is becoming increasingly important, an in-office imaging technique that allows objectifying the evaluation of aging and the treatments performed, reducing the incidence of complications, and improving results and the patient’s confidence in the process. Likewise, we analyze how this holistic view of the patient leads us more and more frequently to diagnostic protocols based on the external signs of emotional attributes, transmitted by the patient, but produced by identifiable anatomical changes and that convey emotions that are not congruent with those felt by the patient himself (sadness, anger, tiredness, flaccidity). We take care of those attributes from the first anamnesis, whether the patient comes for dermatological pathology with aesthetic repercussions, or he is looking for beautification or for rejuvenation. We describe how the treatment of those emotional attributes can induce aesthetic improvement, integrated into the health of the individual, and perceived as «natural», in addition to secondarily improving their emotional health.Within our holistic vision of aesthetic dermatology, we analyze the role of the exposome, defined as the set of extrinsic factors to which the individual is exposed from birth to death, specifically those that show evidence in accelerating skin aging, such as some chemical products, radiation, heat/cold, stress, toxic habits, and especially nutrition. And regarding the latter, we analyze recent reviews that show signs of extrinsicaging mediated by oxidative stress, in a form and pathways similar to that due to photoaging, but triggered by quantitative and qualitative harmful nutritional guidelines. We describe how we include nutritional treatment as part of aesthetic dermatological treatment, including, when necessary, pharmacological support such as the existing one for the control of overweight and obesity, such as orlistat, or especially liraglutide, for the improvement of the patients’ health, which redounds in the aesthetic aspect of their skin.


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