Antecedentes: La propagación desenfrenada de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) ha adquirido proporciones pandémicas en todo el mundo. Los intentos de contener su propagación han implicado diversas estrategias de selección y triaje tempranos implementadas en diferentes países y regiones.
Objetivo: Compartir la experiencia de la gestión científica y estandarizada de las unidades de enfermedades infecciosas en China, que proporcionan el primer punto de control efectivo para la prevención y el control del COVID-19.
Introducción: Se estableció una unidad de enfermedades infecciosas en nuestro hospital en Tianjin, China, para identificar inicialmente los casos sospechosos del COVID-19 y controlar la propagación de la enfermedad.
Métodos: El sistema de gestión cubrió los siguientes aspectos: distribución espacial; compartimentar zonas funcionales; un sistema de gestión del trabajo y procesos asociados; gestión de personal, materiales y equipos, y educación del paciente.
Resultados: Dos meses después de introducir estas medidas, hubo una reducción generalizada en el número de nuevos casos del COVID-19 en Tianjin y no se produjeron infecciones entre el personal médico de la unidad de enfermedades infecciosas.
Discusión: La unidad de enfermedades infecciosas desempeña un papel importante en la detección temprana, aislamiento y derivación de pacientes que presentan fiebres de origen desconocido. Criterios de detección amplios, un mecanismo de alerta adecuado, reservas de personal y formación en la clínica son esenciales para la gestión temprana de epidemias.
Conclusión: La propagación del COVID-19 se ha frenado eficazmente mediante el establecimiento de la unidad de enfermedades infecciosas, que merece una amplia promoción y aplicación.
Implicaciones para las políticas de enfermería y salud: Los gestores sanitarios deberían ser conscientes del importante papel de las unidades de enfermedades infecciosas en la detección temprana, aislamiento y derivación de pacientes, y en el tratamiento de enfermedades infecciosas para prevenir y controlar su propagación. En la etapa inicial de una epidemia, deben establecerse unidades de enfermedades infecciosas en áreas clave con concentración de grupos de casos. Al mismo tiempo, la salud y la seguridad de los profesionales sanitarios requieren atención.
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