Gabriela Monserrat Flores Villacís
Durante un conflicto armado, la interacción entre el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Internacional de los Derechos Humanos ha sido siempre controversial y, por lo general, ha sido resuelto priorizando las reglas derivadas del primero y minimizando la aplicación de las del segundo. En la práctica, esto se ha traducido en estándares insuficientes de protección a los individuos y, más específicamente, en la aceptación de un irrestricto derecho a matar de los combatientes hacia sus enemigos. No obstante, este artículo sugiere un enfoque novedoso de interacción entre estos dos regímenes: el Derecho Internacional de los Derechos Humanos debería servir como una herramienta de interpretación de las normas del Derecho Internacional Humanitario, con el fin de fortalecer el nivel de protección disponible en las normas de este último y lograr así la garantía efectiva de los derechos de los individuos durante las hostilidades. Con respecto al derecho a la vida, esta interpretación requeriría el abandono de la idea del derecho a matar y, en su lugar, requerir el uso de medios menos nocivos durante las operaciones militares, cuando sea posible. El recurrir a fuerza letal debería ser permitido únicamente en aquellos casos en que la necesidad militar lo justifique, de manera que se evite causar a los individuos más daño del estrictamente requerido. El propósito de este artículo no es propugnar una prohibición absoluta de matar a los combatientes enemigos –pues la naturaleza de los conflictos armados tornaría inalcanzable una regla de esas características–; sin embargo, sí es establecer un principio capaz de guiar la conducta de los combatientes hacia una conducción de hostilidades más humana.
During times of war, the relationship between International Humanitarian Law and International Human Rights Law has always been controversial, and has generally been solved by prioritizing the rules of the former and minimizing the application of the latter’s. In practice, this has translated into insufficient standards of protection for individuals and, more specifically, into the endorsement of an unrestrained right to kill enemy combatants. This paper suggests a novel approach to this regime interaction: the application of International Human Rights Law during wartime should serve as an interpretative tool of International Humanitarian Law rules, strengthening the safeguards offered by the latter and, thus, better respecting the rights of individuals during hostilities. Regarding the right to life, this interpretation would require to abandon the idea of a right to kill opponents and, instead, demand that least harmful means be employed during military operations, when possible. Lethal force should be allowed only in cases where military necessity justifies it, henceforth avoiding causing individuals more harm than that strictly required. The purpose of this article is not to advocate for a prohibition of killing combatants –as the nature of armed conflicts would render that rule unattainable– ; it is, however, to establish a principle capable of guiding combatants’ behaviour towards a more humane conduct of hostilities.
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