La hipocalcemia posquirúrgica normalmente es una complicación transitoria de la cirugía del tiroides y paratiroides que se suele resolver en no demasiado tiempo; si el problema se hace persistente la solución es más delicada. El tratamiento de elección sería el trasplante de paratiroides, pero la necesidad de inmunosupresión y sus efectos secundarios hacen discutible su indicación. Se presenta un caso de trasplante de tejido paratiroideo de un paciente con hiperparatiroidismo secundario a otro con trasplante renal e hipocalcemia grave resistente a tratamiento médico. El injerto es funcionante después de 2 años.
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