En los últimos cuarenta años han desaparecido multitud de antiguos edificios del casco histórico de nuestra ciudad, algunos de ellos incluso de gran interés histórico y artístico. Gran parte de las construcciones que los han sustituido rompen totalmente con su entorno, entre otros motivos por su distinta concepción del parcelario y de los volúmenes, y por el distinto tratamiento dado a sus fachadas. En este trabajo queremos analizar uno de los aspectos más importantes de nuestra arquitectura tradicional: el color en el tratamiento de las fachadas, así como otros detalles en la composición de las mismas, centrándonos en uno de los barrios más populares de Orihuela, el Raval Roig o Rabaloche.
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