La geología aplicada a la paleontología es la ciencia que estudia el medio en el que se incluyen los fósiles, es decir, las rocas, con el fin de desvelar los procesos que llevaron a la formación de los yacimientos y su posterior evolución a lo largo del tiempo geológico. En este sentido, el trabajo del geólogo debe cumplir tres “misiones” principales: conocer el contexto geológico del yacimiento, determinar el ambiente de formación y deducir la edad del mismo. El presente artículo complementa otro anterior en el que se detallaban los medios de sedimentación donde con mayor frecuencia se forman los fósiles y los tipos de rocas que se forman en ellos (Luque, 2010).
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