Los cultivos son fundamentales para mitigar la desertización y atemperar el cambio climático. Contribuyen a evitar o al menos amortiguar la sucesión de fenómenos extremos. La captación de CO2 por los ecosistemas vegetales constituye un componente importante en el balance global de Carbono (C). La acción antrópica produce efectos como la emisión de gases de efecto invernadero. Aunque en sí es un efecto adverso, el aumento de la concentración del CO2 en la atmósfera propicia la reacción fotosintética e incrementa la producción de materia seca. De hecho, el balance emisión-consumo de CO2 en regadío es favorable puestos que éstos son sumideros de CO2 y colaboran positivamente en el control y lucha al cambio climático. En ese trabajo se efectúa un balance entre la emisión de GEI y CO2 eq por el consumo de energía y bombeos para el riego de los cultivos (en tres comunidades de regantes del sureste español destinadas al cultivo de cítricos, naranjo y limón) y la absorción de CO2 motivada por el propio sumidero de carbono que es la agricultura.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados