Antonio Atienza Márquez, José Manuel Cejudo López, Francisco Fernández Hernández, Fernando Domínguez Muñoz
Los sistemas de calefacción que utilizan suelos radiantes presentan ventajas frente a los que impulsan aire: mejor distribución espacial de temperatura, mayor rendimiento en la producción y mejor integración. Sin embargo, el suelo tiene una constante de tiempo mayor que otros sistemas que impulsan aire. Esto implica que resultan más difíciles de controlar, y los tiempos de espera hasta alcanzar el confort son mayores que en sistemas de aire. Para evitar estos inconvenientes, en algunos casos, se están acoplando sistemas que impulsan aire a la zona, por ejemplo mediante fancoils, con suelos radiantes. Cuando esto ocurre, y el sistema de producción es único, se produce agua a la temperatura requerida por el fancoil y, mediante una válvula mezcladora a la entrada del suelo, se reduce ésta hasta la requerida por el suelo. Una solución de este tipo adolece de lo siguiente: 1.-No se aprovecha la menor temperatura de producción que el suelo requiere 2.-El sistema de control ...
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