María Eugenia Lobo Hinojosa, Laura González García
Este trabajo plantea la necesidad de considerar a la evaluación como una cuestión intrínseca al proceso curricular que debe construirse como un proyecto de investigación-acción y establecer, desde su formulación inicial, sus propósitos y límites. Se trata de puntualizar lo que realmente significa realizar evaluación curricular como una actividad integral, sistemática y permanente, que permita mejorar en forma continua el currículo con la convicción de que si no se hace, éste puede dejar de responder a las necesidades y valores que lo justifican. Se enfoca, específicamente, al ámbito de la evaluación curricular integral en el plan de estudios de la Licenciatura en Trabajo Social y Desarrollo Humano de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), diseñado de acuerdo al Modelo Educativo de la UANL; si bien se enmarcan las razones para realizar dicha evaluación, ésta puede enfocarse también en otros planes de estudios de la UANL e incluso de otras universidades. Se realiza una distinción entre este trabajo evaluativo y las actividades parciales o sesgadas con las que, a veces, se confunde la evaluación curricular, desde una perspectiva meramente tecnicista. Se desprende como planteamiento principal de este trabajo que: la evaluación curricular requiere ser concebida como un proceso permanente de investigación que debe instituirse en forma integral, dinámica, sistemática y de manera deliberada desde el inicio del plan curricular para suministrar validez, confiabilidad y objetividad, además de establecer relevancia, alcance, duración y eficiencia del plan curricular, de acuerdo con las innovaciones que la propia profesión, así como el proceso educativo y social exigen en el momento actual.
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