¿Se puede ser protagonista desde la sombra? ¿Puede un escritor haber sido tan determinante y sin embargo no haber merecido los reconocimientos de la crítica y el público en su momento? Si bien las respuestas a este par de preguntas son, desde luego, afirmativas, y confirman lo que en muchos otros casos de nuestras literaturas se ha dado de manera sistemática, es más grave aún que, a pesar del tiempo transcurrido, este protagonista continúe a la sombra y/o ausente. José Antonio Román (Iquique, 1874 – Barcelona, 1920) no solo fue el iniciador de la escuela decadentista en el Perú, sino un importante animador literario desde algunos de los periódicos más influyentes de su tiempo. Además, si hasta hace algún tiempo se pensaba que Clemente Palma ostentaba el privilegio de haber ofrecido el primer volumen de narraciones modernas de sesgo fantástico en nuestro medio, Hojas de mi álbum 1, volumen de cuentos de nuestro autor, compite con Cuentos malévolos a la hora de reconocer al antecedente más importante de esta línea creadora. El siguiente trabajo pretende echar algunas luces sobre la figura de este importante creador peruano, autor de novelas, cuentos, poemas, textos de viajes, crónicas y tesis; y sus repercusiones en la crítica peruana. Además, intentará poner de relieve su condición de forjador de una corriente estilística y ahondará en una serie de consideraciones para confirmar a su libro inicial de cuentos como parte importante de la génesis de todos los esfuerzos futuros en lo que a la tradición fantástica peruana se refiere.
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