Bernardo Lorente Germán y su dedicación a la pintura de trampantojos: referencias a las corrientes artísticas del Norte y de Sevilla

• Autores: Yui Toyoda
• Localización: Estudios de arte español y latinoamericano, Nº. 22, 2021, págs. 1-13
• Idioma: japonés
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• Resumen

  • Bernardo Lorente Germán (h. 1680-1759), del que conocemos pocas obras firmadas, se forma en la estela de Bartolomé Esteban Murillo (1617-82) al igual que otros pintores sevillanos de la primera mitad del siglo XVIII. Comenzó su carrera artística en torno a 1700 y realizó pinturas religiosas principalmente. Al mismo tiempo es Lorente uno de los escasos españoles dieciochescos del que tenemos testimonios patentes de su dedicación a la pintura de trampantojos. Se conservan seis magníficas obras con este tema atribuidas sin duda a su mano en el Museo del Louvre, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y una colección particular madrileña. En el presente artículo analizamos dos corrientes pictóricas a las que hizo referencia Lorente a la hora de realizar sus trampantojos. Se ha señalado que esas pinturas delatan su deuda estructural con el mundo norte-europeo representado por el holandés Cornelius Norbertus Gysbrechts (doc. 1657-75) y su hijo Franciscus, cuyas obras de trampantojos debían abundar en el mercado artístico sevillano. Aparte de esta influencia, algunos de los objetos que figuran en las composiciones de Lorente como una rosa marchita o una mosca muestran que el autor estaba familiarizado con alusiones al concepto de vanitas, tan frecuentes en las pinturas sevillanas del siglo anterior. Es la mezcla de ambas referencias lo que puede llevarle al pintor a la creación de sus trampantojos que contienen tanto el sentido decorativo como la profunda religiosidad.