Novedad y sexualidad podrían ser dos emblemas de lo moderno. La novedad pide renovación, apetencia de nuevos territorios y aventuras nuevas, y el sexo (en cuanto acto y figura tabuado durante siglos por la más que dominante, hegemónica, moral judeocristiana) se convierte en novedad y en certificado real de la posibilidad de lo nuevo... No habrá novedades verdaderas si no se puede aludir a la pluralidad y a la vibración de lo sexuado...
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados