En el último tercio del siglo XIX, los vascos, los peninsulares y los continentales, se vieron obligados a emigrar a América, tanto al Norte como al Sur. Una colonia se estableció en California, entonces uno de los estados más jóvenes de la Unión, un crisol donde se juntaban personas de muy diversas razas, culturas y lenguas, y donde la producción de periódicos en diversos idiomas, siguiendo siempre el pujante modelo que Estados Unidos estaba imponiendo, pretendía servir a esas comunidades. Entre los múltiples ejemplos de esa "prensa étnica" se encuentran dos semanarios publicados en vascuence en Los Ángeles, de cuya historia se habla aquí.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados