El origen de las ciudades de Belgium (Bellovaci, Ambiani y Atrebates) se puede situar a fines del s. IV o comienzos del s. III a. C. Se vincula a la llegada de una nueva población que se instala en el Noroeste de la Galia, resultado de una migración negociada. Rápidamente, el territorio se estructura con la fundación de una primera serie de grandes santuarios: Gournay-sur-Aronde, Rubemont-sur-Ancre, Moeuvres. Esta organización del territorio necesitó para realizarse muchas décadas y no es hasta comienzos del s. II cuando comenzó a estabilizarse. La organización se apoya siempre en dichos santuarios cuyo papel seguirá siendo preponderante hasta la época de La Tène final, cuando los oppida no harán nada más que superponerse a estos sitios.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados