Hemos vivido unos cursos en los que las sesiones presenciales quedaron desplazadas y la digitalización invadió el mundo educativo. Ya ha pasado un año desde el confinamiento domiciliario y el aprendizaje ha sido grande, pero es pertinente cuestionarse cómo es construir conocimiento y comunicarse mediante la pantalla. A pesar de que echamos de menos la presencialidad, podemos aprovechar el mundo digital para explorar otras maneras de comunicarnos.
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