El 20 de enero de 1906, el arquitecto, ingeniero y profesor Félix Cardellach Alavés publicaba un artículo en el periódico "La veu de Catalunya" en el que afirmaba lo siguiente: "En fin, la libertad sensata y admirable con la que se mueve Gaudí dentro de sus obras se podría definir diciendo simplemente que se trata de la emancipación de todas las doctrinas, con prevalecimiento de la razón". Estas palabras definen perfectamente el carácter intuitivo del arquitecto catalán, más allá de antiguas corrientes y las rígidas leyes de los estilos artísticos precedentes. Para Gaudí, detrás de la inspiración del artista se encontraba Dios, quien se manifiesta en el hombre a través de esas formas perfectas de la naturaleza que él tratará de representar en sus obras, cargadas de misticismo y un aura espiritual que aún nos siguen sorprendiendo.
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