Para muchos antropólogos europeos y, sin duda para la mayor parte de los arqueólogos, la relación entre arqueología y antropología es inexistente, ya que se trata de dos disciplinas totalmente diferentes; para quienes procedemos de manera directa o indirecta, de la escuela norteamericana, la arqueología podría ser un método de la antropología; y, desde luego, para la mayor parte de los arqueólogos de corte marxista, que reconocen en Gordon Childe a su antecedente más ilustre y directo, todo es Historia. Esa lista de propuestas nos puede hacer ver hasta qué punto puede ser inútil entrar en una discusión tan compleja dada la escasez del espacio concedido a este ensayo, sin tomar posiciones desde el principio, en una actitud decididamente comprometida: me referiré a mi propia experiencia que acaso es la experiencia de otros arqueólogos contemporáneos míos en el mundo. (...):
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados