A finales de los años 90 e inicios de los 2000, Venezuela, con el Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (PANAFTOSA), avanzó en el uso y aplicación de las técnicas de laboratorio para el diagnóstico de las enfermedades vesiculares y el control de vacunas contra la Fiebre Aftosa (FA).
Se logró optimizar su capacidad de acción a los niveles que precisaba el programa de vigilancia epidemiológico. Las enfermedades vesiculares diagnosticadas en Venezuela, FA y Estomatitis Vesicular (EV), son patologías clínicamente indiferenciables. Los serotipos O y A para FA y New Jersey (NJ) e Indiana (Ind) para EV, son las tipologías de virus que se han diagnosticado hasta la fecha en el país. Un serotipo no confiere protección frente a otro, razón por la que las vacunas utilizadas son bivalentes. Algunos equinos enferman junto a bovinos; sin embargo, no indica que sea EV, ya que ambas enfermedades pueden coexistir. Los métodos analíticos de diagnóstico de enfermedad vesicular, se basan en la identificación del agente causal, tipo y subtipos de virus y la detección de la respuesta inmunitaria. Amplia experiencia existe en el país en la tipificación y sub-tipificación de estos virus mediante los métodos ELISA- tipo sándwich indirecta, fijación de complemento e Inmunodifusión en gel de agar. La detección del ácido nucleico también se considera suficiente para demostrar la presencia del virus como agente causal de la enfermedad; sin embargo, solo se han utilizado en investigación, evidenciándose que las cepas actuantes en Venezuela para FA, son endógenas del continente, con alto porcentaje de homología con cepas vacunales. Otro aporte fue la implementación del sistema ELISA 3ABC/EITB, para evaluar infección subclínica en etapas avanzadas de persistencia y posible transmisión silenciosa del virus, así como también el diagnóstico diferencial de la FA por la similitud de la signología clínica con otras enfermedades, como la Diarrea Viral Bovina, la Rinotraqueitis Infecciosa Bovina, Lengua Azul, Viruela Bovina, entre otras
In the late 1990s and early 2000s, Venezuela, with Centro Panamericano of Fiebre Aftosa (PANAFTOSA), advanced in the use and application of laboratory techniques for the diagnosis of vesicular diseases and the control of vaccines against Foot-and-Mouth Disease (FMD). Their capacity for action was optimized at the levels required by the epidemiological surveillance program. Vesicular diseases diagnosed in Venezuela, AF and Vesicular Stomatitis (VS), are clinically indistinguishable pathologies.
Serotypes O and A for AF and New Jersey (NJ) and Indiana (Ind) for EV are the types of viruses that have been diagnosed to date in the country.
One serotype does not confer protection against another, which is why the vaccines used are bivalent.
Some equines become ill with cattle, however it does not indicate that it is EV, since both diseases can coexist. The analytical methods of diagnosis of vesicular disease are based on the identification of the causative agent, type and subtypes of virus and the detection of the immune response. Extensive experience exists in the country in the typing and subtyping of these viruses, by the ELISA-Indirect sandwich, complement fixation and agar gel immunodiffusion. The detection of nucleic acid is also considered sufficient to demonstrate the presence of the virus as the causal agent of the disease; however, they have only been used in research, showing that the strains acting in Venezuela for AF are endogenous to the continent, with a high percentage of homology with vaccine strains. Another contribution was the implementation of the ELISA 3ABC/ EITB system, to evaluate subclinical infection in advanced stages of persistence and possible silent transmission of the virus, as well as the differential diagnosis of AF due to the similarity of the clinical signology with other diseases, such as Bovine Viral Diarrhea, Infectious Bovine Rhinotracheitis, Blue Tongue, Bovine Pox, among others.
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