Tendencias de evolución de la inteligencia militar

• Ángel Segundo Gómez González ^[1]
  1. [1] Escuela Superior de las FAS
• Localización: bie3: Boletín IEEE, ISSN-e 2530-125X, Nº 21, 2021, págs. 783-798
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • Trends in the evolution of military intelligence
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• Resumen
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    La inteligencia militar ha sido, es y seguirá siendo un pilar fundamental del éxito de las operaciones militares, un elemento clave para orientar la acción disuasoria, para planear las operaciones, para conducirlas y para valorar los efectos de las campañas y de las acciones tácticas. Su esencia es inmutable, pero sus orgánicas, sus procesos y sus medios materiales han evolucionado a lo largo de la historia. Lo han hecho impulsados por la propia evolución del entorno operativo, del arte militar, de la tecnología y del conocimiento disponible. Eso seguirá ocurriendo. La novedad en las próximas décadas vendrá dada, sobre todo, por los rápidos cambios geopolíticos y tecnológicos y por la complejidad que añade la incorporación de los ámbitos y dominios no físicos a las operaciones militares. Los avances tecnológicos podrán llegar a ser disruptivos (game changers) y la reconfiguración en curso del orden mundial cambiará el catálogo de amenazas y de posibles contextos operativos. Todo ello va a obligar a repensar la inteligencia militar. Sin cambiar su esencia, el edificio de la «inteligencia militar» deberá ser reformado por completo o quizá incluso haya que «construir uno nuevo».

  • English

    Military intelligence has been, is and will continue to be a fundamental pillar of the success of military operations, a key element to guide deterrent action, to plan operations, to conduct them and to assess the effects of campaigns and tactical actions. Its essence is immutable but its organization, its processes and its material resources have evolved throughout history. They have done so driven by the evolution of military art, of the operational environment, of technology and of the available knowledge. It will continue to do so. The novelty in the coming decades will come mainly from rapid geopolitical and technological changes and from the added complexity of incorporating non-physical domains into military operations. Technological advances may become disruptive — game changers— and the ongoing reconfiguration of the world order will change the catalogue of threats and possible operational contexts. All of this will force a rethinking of military intelligence and without changing its essence, the ‘military intelligence’ building will have to be completely revamped or perhaps even ‘built anew’.