El 13 de marzo de 2020, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba el estado de alarma por segunda vez en la historia reciente del país como medida excepcional para la contención de los contagios producidos por la pandemia de COVID-19.
Esta medida provocó el cierre de los centros educativos hasta el final del curso. Debido a ello, el tercer trimestre del curso 2019‑2020 se realizó de manera telemática, y se produjeron diversos cambios relacionados no solo con los contenidos y las metodologías, sino también con la relación con el alumnado y la comunicación con las familias.
En este artículo se hace un análisis de las medidas e iniciativas adoptadas en el ámbito educativo a consecuencia de la pandemia, y se abordan los impactos emocionales que dichas medidas tuvieron sobre docentes y alumnado.
On March 13th 2020, the President of the Government, Pedro Sánchez, declared the state of alarm, for the second time in the recent history of the country, as an exceptional measure to slow the spread of the pandemic caused by COVID-19. This measure led to the school closure during the last term of the academic year, and was replaced by online learning.This situation resulted in sudden changes related to contents and methodologies, but also regarding the relationship with students and the communication with parents.
The aim of this article is to analyse the new initiatives and measures taken in the educational environment.
And it also addresses the emotional impacts that these measures have had on teachers and students.
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