En muchos países latinoamericanos está cambiando la naturaleza del Estado: de ser controlador central de la política económica sectorial a portero neoliberal de los mercados abiertos. Este cambio requiere repensar cómo dirigir, influir e intervenir en un importante sector de política urbana: los mercados de terrenos.El creciente interés en el sector de terrenos urbanos por parte de organismos financieros internacionales y de los gobiernos nacionales (Banco Mundial, 1994; Farvaque y McAuslan, 1992; Balandro, 1994; Silva, 1994) indica que la manera en que las ciudades funcionan a nivel micro-espacial surge como un elemento del pensamiento contemporáneo acerca de la política de desarrollo. A los administradores públicos de áreas urbanas se les dan más responsabilidades pero con menos recursos, apoyo técnico central decreciente y dirección parcial de sus políticas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados