El déficit comercial, que en 1992 ascendió a 20 676 millones de dólares, y el desbalance de la cuenta corriente, que alcanzó los 22809 millones de dólares,colocan a la economía mexicana en una situación altamente vulnerable. Los precarios equilibrios macroeconómicos pasaron a depender de una variable exógena;el flujo creciente de ahorro externo y Ja retención en d país del capital extranjero colocado en los mercados accionarios y de dinero caliente.La vulnerabilidad externa es mayor ahora que en los días previos a la crisis de la deuda que estalló el 20 de agosto de 1982. Entonces los pasivos globales de México con el exterior (incluyendo deuda e inversión externas) ascendían a poco menos de 88 000 millones de dólares, mientras que ahora ascienden a 211 389 millones de dólares.Así, la economía mexicana se encuentra en riesgo de caer en una crisis financiera más profunda que la de 1982, no sólo por la magnitud de los pasivos externos, sino por la volatilidad de las inversiones extranjeras de cartera, que no se tenían al principiar la década pasada.
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