Entre los esfuerzos realizados por el sector público en aras de lograr polos de desarrollo económico y social, se encuentra la política de industrialización de la faja fronteriza del norte del país. En 1965 se inicia la instalación de las primeras doce plantas maquiladoras que dieron ocupación a tres mil personas. En ese año, la zona norte era la única área en la que se permitía instalar plantas maquiladoras de exportación; modificaciones en el reglamento normativo de 1972 definieron que podían instalarse en cualquier parte del territorio nacional, dando como resultado su multiplicación. De doce empresas que existían en 1965, llegaron a ser 620 en 1980 y para el primer semestre de 1990 sumaban 1887; es decir durante la década pasada estas empresas crecieron en promedio 20 por ciento cada año.
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