La situación actual del medio ambiente en la ciudad de Guadalajara, y en Jalisco, está reconocida como muy preocupante por las instituciones gubernamentales, académicas y políticas. Los impactos de la contaminación en la ciudad de Guadalajara repercuten tanto en su región urbana como en algunas zonas rurales y fuera del estado de Jalisco. Dicha contaminación se genera directamente por el uso de agua y otros recursos naturales, así como por la producción de residuos, líquidos y sólidos, y por la emisión de gases, indirectamente por el crecimiento y desarrollo de Guadalajara, lo que repercute en la ecología estatal y regional. Un ejemplo de ello es el impacto del incremento y la tecnificación de las actividades primarias, lo que se manifiesta particularmente en la deforestación y la erosión de suelos en todos los municipios jaliscienses. Por otro lado, el aumento de la población, tanto urbana como rural, es un factor que si bien teóricamente no es determinante, sí provoca el deterioro ecológico en sus diversas dimensiones, puesto que, en cierto grado, es un elemento que hace difícil controlar o contrarrestar los efectos nocivos de la expansión económica sobre el medio ambiente.
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