Los contrastes y desigualdades del desarrollo económico del país tienen sus manifestaciones en las dimensiones espacial y demográfica. En efecto, los desequilibrios en la localización territorial de la población son cada vez más marcados. La acelerada urbanización de las últimas cinco décadas ha incidido, de manera importante, en la estructura regional del país acentuando el contradictorio proceso de concentración de la población en contados centros urbanos, con elevada dispersión en numerosos pequeños asentamientos humanos.Los altos índices de concentración y dispersión económica y poblaciona], así como su desigual distribución territorial, obligan a dirigir la atención sobre las denominadas "ciudades medias" para incorporarlas en los marcos propositivos de planificación urbano-regional y, en genera], en las políticas económicas nacionales.El apoyo y la consolidación de las ciudades medias actualmente se considera como una vía adecuada para alcanzar objetivos de desarrollo regional. Asimismo, se pretende convertirlas en puntos de atracción de población para que contribuyan a reorientar los movimientos migratorios, reducir la carga demográfica de las grandes urbes y, consecuentemente, favorecer una mejor distribución de la población.Aquí se presenta, para ser analizada una propuesta sobre ciudades estratégicas para la redistribución territorial de la población. Esta propuesta forma parte de una estrategia general que está siendo diseñada con el fin de mejorar la relación entre los asentamientos humanos y los recursos potenciales de las regiones del país. La estrategia general constituye una formulación preliminar elaborada por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), sujeta a discusión y revisión.
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