El campo mexicano ha sido uno de los pilares más importantes y estratégicos para el desarrollo nacional, ya que ha contribuido con alimentos y materias primas baratas, mano de obra y divisas provenientes de exportaciones y remesas de brucen» que laboran en el extranjero* Sin embargo, las políticas agrícolas, que a través del tiempo han cambiado de forma más no de fondo, han favorecido un proceso de deterioro en tos términos de intercambio, acentuando las desigualdades y generando una gradual descapitalización del agro; lo cual ha afectado las condiciones de productividad y producción agrícola nacional, así como el nivel de vida de amplios estratos de la población rural.
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