Después de hacer un rápido repaso por los clásicos del pensamiento ético, es sin duda con Federico Nietzsche con quien se pone punto final a este concepto. Nietzsche pide un alto y un nuevo principio para el hombre. La malentendida frase, que lo mismo le ha valido viscerales críticas de sectores relacionados con la derecha religiosa, que vacías alabanzas de sectores relacionados con la izquierda anticlerical, de que el tiempo comenzará a separarse entre un antes y un después de Nietzsche, no sólo puede ser válida a partir de su visión del mundo, sino a la descomposición de los proyectos y la concepción de la función del hombre en su relación con la realidad. Si Kant fue el último gran ordenador, Nietzsche fue el anunciador de que el sistema no daba para más, el sistema había colapsado.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados