Esa imposición de aranceles ha incrementado notablemente las dificultades para que los productos españoles consiguieran acceder a ese mercado, al cual en las últimas décadas habían ido poco a poco convenciendo de su calidad, y en el cual contaban con el favor de los consumidores. Esas dificultades han ocasionado pérdidas de mercado en aquel país, que en el caso de los aceites de oliva envasados suponían disminuciones de más de un 80% de las cantidades anuales enviadas. Además, esos huecos dejados por España han sido ocupados por competidores directos, los cuales han visto el terreno despejado, y facilitando el reemplazamiento de nuestros productos al ser sustituidos por otros de esas procedencias, tanto comunitaria como de países terceros
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados