E. García Aguiló, Bartomeu Oliver Oliver, Teresa Serra Farell, D. Gargiulo, A. Noguera Pascual, P. Fluxà Cañellas
JUSTIFICACIÓN: se sabe que el efecto secundario más relevante en los pacientes con tratamiento anticoagulante y/o antiagregante es la hemorragia. Su situación se complica si, además, padecen patologías que requieren fármacos con potencial toxicidad gástrica. La administración de anticoagulantes y/o antiagregantes con fármacos tales como antinflamatorios (AINE), corticoides y/o antidepresivos (ISRS o IRSN), aumenta el riesgo de sangrado recomendándose administrar inhibidores de la bomba de protones (IBP) para la protección gastrointestinal. Sin embargo, en determinados casos, esta asociación no está siempre aceptada. Así, la AEMPS publicó una alerta en la que se desaconsejaba la asociación del clopidogrel con omeprazol o esomeprazol por utilizar la misma vía metabólica, recomendando su sustitución por Pantoprazol. En el trabajo de Martínez et al. (Congreso SEFAC 2018) un 15 % de los pacientes con riesgo hemorrágico no tomaban protectores gástricos. El farmacéutico, al dispensar, detecta y evalúa la importancia de estos problemas relacionados con los medicamentos.
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