Los estragos causados por el Covid-19 han obligado al ejecutivo a adoptar medidas absolutamente excepcionales tanto en lo relativo a la implantación de nuevas normas específicamente destinadas a dar respuesta a esta delicada realidad, como en lo que a la interpretación y adaptación de las normas ya existente se refiere. Sin embargo, en este último punto, hemos observado que la Administración tributaria (y, más en concreto, la Dirección General de Tributos) viene utilizando un doble rasero a la hora de interpretar y dar el oportuno encaje jurídico-tributario a esas circunstancias tan extraordinarias y excepcionales que han derivado de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19. En tal sentido, se analizan dos resoluciones emitidas por la Dirección General de Tributos con apenas unos meses de diferencia (junio y noviembre del 2020), en las que, a nuestro modo de ver, queda patente la falta de coherencia de este Centro Directivo al interpretar la excepcionalidad de la pandemia, pues si en la primera de ellas se evita cualquier referencia a dicha excepcionalidad para considerar contribuyentes del IRPF a aquellas personas que se vieron obligadas a permanecer en España durante más tiempo del que tenían inicialmente previsto, en la segunda se acude, precisamente, al carácter excepcional de la crisis sanitaria para negar el derecho a deducir los gastos de suministro asociados a la vivienda de aquellos profesionales y trabajadores autónomos que tuvieron que trabajar desde su domicilio particular por culpa de las restricciones de movilidad.
The havoc caused by Covid-19 has forced the executive to adopt exceptional measures both in terms of the implementation of new rules specifically designed to respond to this delicate reality, and in terms of the interpretation and adaptation of the already existing rules. However, on this last point, we have observed that the Tax Administration (and, more specifically, the Directorate General for Taxation) has been using double standards when it comes to interpreting and giving the appropriate legal-tax framework to such extraordinary and exceptional circumstances that have resulted from the health crisis caused by Covid-19. In this sense, we analyse two resolutions issued by the Directorate General for Taxation just a few months apart (June and November 2020), in which, in our opinion, the lack of coherence of this Management Center when interpreting the exceptional nature of the pandemic is evident, since if in the first of them any reference to such exceptionality is avoided in order to consider those individuals who were forced to stay in Spain for longer than they had initially planned as taxpayers of the IRPF, in the second one, the exceptional nature of the health crisis is precisely used to deny the right to deduct the supply expenses associated with the residence of those professionals and self-employed workers who had to work from their private homes due to mobility restrictions.
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