Pedro de Mena fue un escultor barroco singular que recibió encargos de lugares más diversos y tuvo entre sus clientes a nobles, obispos, clérigos, personas adineradas, órdenes monacales, congregaciones religiosas y, en menor escala, hermandades. Su familia formó parte de la endogamia artística barroca.-Vivió en el siglo XVII y recibió una formación especial junto a su padre Alonso de Mena y al genial Alonso Cano. Por su gran capacidad creativa supo definir un estilo personal: mantuvo la idealización para la exaltación de la Virgen, como aprendió de Cano, y aportó un alto grado de naturalismo, como novedad, para las indumentarias y los rostros masculinos, reflejando su observación directa de la realidad de la época.
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