La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente da valor legal vinculante a las voluntades anticipadas (VA) en España. Sin embargo, la situación en cada país de la Unión Europea es distinta y desconocida para la mayoría del personal sanitario.
Para conocer esas diferencias, se realizó una recogida y estudio de las distintas legislaciones en materia de derechos del paciente, y se estableció una comparativa actualizada de las características que cada país otorga a las VA.
De los 28 países de la Unión Europea, 15 han desarrollado legislación específica en materia de VA, y le otorgan carácter vinculante el 86% si se utiliza la formulación escrita. Siete países exigen formalización del documento de voluntades anticipadas (DVA) ante notario, testigos o ante representantes de la Administración. La figura del representante se contempla en 11 países. En 3 países existe un registro de VA, mientras que en el resto el DVA solo se incluye en la historia clínica. En 5 países se exige la revisión periódica del documento, que pierde validez pasado este periodo de vigencia. Todas las legislaciones prevén modificaciones y la revocación de las VA. El contenido de las VA suele referirse al rechazo de medidas de soporte y limitación de tratamiento, aunque las solicitudes de tratamiento específico se contemplan como orientativas.
La legislación sobre VA en la Unión Europea es muy diversa, con múltiples connotaciones específicas en cada país. Sería deseable una legislación más homogénea, divulgada y aplicada, de acuerdo con la sociedad actual.
Advance Directives (AD) have been legally binding in Spain since the publication of Act 41/2002, of 14th November, which regulates patients’ rights to autonomy and obligations concerning clinical information and recording clinical information. However, the situation in each country of the European Union remains heterogeneous and unknown to most health care professionals.
By collecting and studying the legislation on patients’ rights in European Union countries we have made an updated comparison of the different features of AD in each country.
Only 15 of the 28 European Union Countries have developed specific rules on AD which makes them legally binding in 86% of cases if they are written. A formal Advance Directive signed before a notary, a civil officer or a witness, is required in only 7 countries. The designation of a patient's attorney for health matters is regulated in 11 of the countries. There is an AD Register in 3 countries, whereas in the other countries it is only included in the medical record. Regular revision of an advance directive document, to maintain its validity, is required in five countries. All legislations provide for amendments and the revocation of AD, as they forbid unlawful actions. Rejection of routine supportive measures and treatment limitation are the main content of AD, although specific treatment applications are viewed as guidance.
There seem to be many differences between laws concerning AD among the European Union Countries. A more homogeneous legislation, publicized and applied within the wider social consensus, would be desirable.
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