José Antonio Montero Jiménez, Antonio Niño Rodríguez
La derrota en la guerra hispano-norteamericana de 1898 no debe considerarse el origen de las actitudes antinorteamericanas que se perciben en ciertos sectores de la opinión española en el siglo XX; al contrario, ese conflicto no generó sentimientos revanchistas y la opinión española asumió con rapidez las consecuencias internacionales del suceso. En este ensayo se exponen los factores que hicieron posible la rápida aceptación de la derrota, y se explican las corrientes de antinorteamericanismo por causas anteriores a la crisis bélica - entre la opinión conservadora- o por profundos cambios en la valoración de la nación norteamericana producidos en la década de 1920 -entre la opinión progresista y la élite intelectual.
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