Ayuda
Ir al contenido

Editorial

  • Autores: Gloria E Ballesteros Rodríguez
  • Localización: In Vestigium Ire, ISSN-e 2422-2151, ISSN 2011-9836, Vol. 12, Nº. 2, 2018, págs. 6-13
  • Idioma: español
  • Títulos paralelos:
    • Preface
    • Proem
  • Enlaces
  • Resumen
    • español

      Abordar temas como el que se pretende desarrollar en estas líneas y que se encuentra planteado en su título, resultan interesantes en la medida que se convierten en retos no solamente teóricos sino prácticos. El término Economía Naranja además de pretender brindar un distintivo cromático pareciera querer ubicarnos en un contexto particular con unos impactos igualmente singulares Déribéré (1964). El estudio realizado sobre el tema y contenido en el manual: «La economía naranja. Una oportunidad infinita» de Felipe Buitrago Restrepo e lván Duque Márquez, expresa la importancia de las industrias creativas y culturales en el desarrollo de países como el nuestro, donde la economía es poco diversa comparada con las de México, Estados Unidos y España, entre otras. Pero ¿Qué es en sí la economía Naranja? ¿Y qué la compone?, La economía Naranja ha sido definida por el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) como el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual. El universo naranja está compuesto por la economía cultural y las industrias creativas, en cuya intersección se encuentran las industrias culturales convencionales y las áreas de soporte para la creatividad (www.iadb.org, 26 sep. 2018). Cultura y conocimiento sin duda son los componentes económicos que generan riqueza, parece ser la consigna que proclama la Economía Naranja. Estos elementos no son nuevos para Colombia en la medida que siempre han estado presentes en el escenario nacional. Se ha dicho y reconocido que el talento colombiano es indiscutible no solo a nivel local, regional, nacional, sino también mundial al igual que su riqueza ancestral en saberes y tradiciones que se organizan en conocimiento consolidado para conservar la diversidad cultural que a su vez es origen de creatividad e innovación. Solo hasta ahora parecen tener valor dentro de una economía que antes les había restado importancia y protagonismo, viéndose reflejado incluso en algunas actividades artísticas y culturales que escasamente logran sobrevivir pese al talento, innovación y conocimiento que poseen; sin embargo, se debe reconocer también que algunas actividades artísticas sí han contado con mayor suerte que otras, refiriéndose al poco o mucho apoyo que han recibido. Dentro de estas se podrían mencionar el cine, algunas artes visuales y escénicas, la música y la moda. Se manifiesta entonces, que se ha empezado a reconocer dentro de este marco naranja el aporte que las ideas y actividades culturales pueden brindar a una economía nacional, siempre y cuando se cuente con apoyo, incentivos y garantías que faciliten su inserción en el ciclo económico y no dejárselo a la suerte o a la influencia de unos pocos. Conciliar la relación entre economía y cultura, no es tarea fácil dado que para las mentes creativas el carácter monetario con el que se le quiere valorar y medir le resulta odioso e incómodo, quizá porque no representa realmente el valor creativo e innovador que ellos poseen. Además, la falta de reconocimiento a su trabajo como legítimo, que merece contar con todas las condiciones y oportunidades de las cuales se carece, los lleva muchas veces a engrosar la informalidad de sus actividades, negándoles así, la oportunidad de participar en una cadena de valor que beneficie a todos. Por otra parte, Buitrago y Duque en su manual, (pág. 47), consideran a la economía y la cultura cara de una misma moneda: una es la representación abstracta de su valor simbólico y la otra es su validación cuantitativamente precisa, viene entonces a ser la moneda en sí misma la creación de ambas (pág. 48), dada los factores que en ella se encuentran: capacidad productiva, seriedad, solidez, espíritu emprendedor o los valores de la sociedad que la acogen. En estas, las sociedades se valen de sus símbolos culturales más importantes y de sus íconos históricos más reconocidos para adornar y respaldar el valor de las mismas (Pág. 49). En este orden de ideas, lograr en la realidad y contexto colombiano que la cultura y la economía se complementen y se vean cara de una misma moneda, será el reto mayor que tiene que enfrentar esta propuesta de Economía Naranja que muestra contar con voluntad política, gracias a las posiciones actuales de sus proponentes. Se necesitarán, entonces modelos de negocios innovadores y creativos, que permitan transformar ideas en bienes y servicios culturales cuyo valor esté determinado por su contenido de propiedad intelectual y sin duda estarán presentes, haciendo uso de las nuevas y modernas tecnologías de la información y comunicación, con el fin de aportar e impulsar la conectividad a la inserción de estas industrias creativas y culturales, contribuyendo así, a la cadena de valor creativa, acompañada por la educación y preservación del patrimonio, en esta llamada Economía Naranja.

    • English

      Addressing issues such as the one that is intended to be developed in these Unes and that is proposed in the title, are interesting insofar as they become challenges not only theoretical but practical.The term Orange Economy in addition to pretending to offer a chromatic distinctive seems to want to locate us in a particu­lar context with equally singular impacts Déribéré (1964). The study carried out on the subject and contained in the manual: «The orange economy.An infinite opportu­nity" by Felipe Buitrago Restrepo and lván Duque Márquez, expresses the importance of the creative and cultural industries in the development of countries like ours, where the economy is not very diverse compared to Mexico, the United States and Spain,among others.But what is the Orange economy? And what makes it up? The Orange economy has been defined by the IDB (lnter-American Devel­opment Bank) as the set of activities that in a chain-linked way allow ideas to be transformed into cultural goods and ser­vices, whose value is determined by their intellectual property content. The orange universe is composed of cultural economy and creative industries, in whose intersection are the conventional cultural industries and support areas far creativity (www.iadb. org, 26 Sep. 2018).Culture and knowledge are undoubtedly the economic components that generate wealth, it seems to be the slogan proclaimed by the Orange Economy. These elements are not new to Colombia as they have always been present in the national scenario. lt has been said and recognized that Colombian talent is indisputable not only locally, regionally, nationally, but also globally as well as its ancestral wealth in knowledge and tradi­tions that are organized in consolidated knowledge to conserve cultural diversity which in turn is the source of creativity and innovation.Only until now do they seem to have value in an economy that had previously down­played their importance and prominence, even reflected in sorne artistic and cultural activities that barely survive despite the talent, innovation and knowledge they pos­sess. However, it must also be recognized that sorne artistic activities have had better luck than others, referring to the little ar much support they have received. Within these could be mentioned the cinema, sorne visual and scenic arts, music and fashion. lt is evident then that the contribution that ideas and cultural activities can offer to a national economy has begun to be recog­nized within this orange framework,as long as there is support, incentives and guar­antees that facilitate their insertion in the economic cycle and not leave it to the fate ar influence of a few.Reconciling the relationship between econo­my and culture is not an easy task, given that far creative minds the monetary character with which they want to value and measure is odious and uncomfortable, perhaps be­cause it does not really represent the cre­ative and innovative value they possess. In addition, the lack of recognition of their work as legitimate, which deserves to have all the conditions and opportunities that are lacking, often leads them to swell the informality of their activities, denying them the opportunity to participate in a chain of value that benefits everyone.On the other hand, Buitrago and Duque in their manual, (p. 47) consider the econo­my and the expensive culture of the same coin: one is the abstract representation of its symbolic value and the other is its quan­titatively precise validation, then comes to being the coin itself, the creation of both (p. 48) given the factors that are found in it: productive capacity, seriousness, solidity, entrepreneurial spirit or the values of the society that receive it. l n these, societies use their most important cultural symbols and their most recognized historical icons to adorn and support their value (p. 49).In this arder of ideas, to achieve in the real­ity and Colombian context that culture and economy complement each other and are seen as faces of the same coin, will be the biggest challenge that this Orange Economy proposal has to face, which shows to have political will, thanks to the current positions of its proponents.lt will be necessary, then, innovative and creative business models that allow trans­forming ideas into cultural goods and ser­vices whose value is determined by their intellectual property content and will un­doubtedly be present, making use of the new and modern technologies of information and communication, in arder to contribute and promote connectivity to the insertion of these creative and cultural industries, thus contributing to the creative value cha in, accompanied by education and preservation of heritage, in this so-called Orange Economy.

    • français

      Aborder des questions telles que celles qui sont censées etre développées dans ces lignes et qui sont soulevées dans son titre est intéressant dans la mesure ou elles de­viennent des défis non seulement théoriques mais pratiques. Le terme Économie Orange, en plus de pré­tendre offrir une distinction chromatique, semble vouloir nous situer dans un contexte particulier aux impacts tout aussi singuliers, Déribéré (1964). L.:étude réalisée sur le sujet et le contenu dans le manuel: «t.:économie orange. Une opportunité infinie» de Felipe Buitrago Restrepo et lván Duque Márquez, souligne l'importance des industries créa­tives et culturelles dans le développement de pays comme le nótre, ou l'économie n'est pas tres diversifiée par rapport a celles du Mexique, des États-Unis et de l'Espagne.Mais qu'est-ce que l'économie orange? Et qu'est-ce qui la compase? La BID (Banque interaméricaine de développement) a défini t.:économie Orange comme un ensemble d'activités permettant de transformer les idées en idées de biens et services culturels, dont la valeur est déterminée par le contenu de leur propriété intellectuelle. t.:univers orange est constitué de l'économie culturelle et des industries créatives, a l'intersection de laquelle se trouvent les industries cultu­relles conventionnelles et les espaces de soutien a la créativité (www.iadb.org, 26 sept. 2018). La culture et le savoir sont sans aucun doute les composants économiques génératrices de richesse, et semblent etre le slogan pro­clamé par l'économie orange. Ces éléments ne sont pas nouveaux en Colombie car ils ont toujours été présents dans le scénario national. ll a été dit et reconnu que le talent colombien est indiscutable non seulement au niveau local, régional, national, mais aussi mondial,ainsi que sa richesse ancestrale en savoirs et traditions organisés en savoirs consolidés pour préserver la diversité cultu­re lle, qui a son tour origine de la créativité et de l'innovation.Jusqu'a présent, ils semblent avoir de la valeur dans une économie qui auparavant avait minimisé leur importance et leur no­toriété, reflétant meme certaines activités artistiques et culturelles qui survivent a peine malgré le talent, l'innovation et les connaissances qu'ils possedent. Cependant, il faut aussi reconnaitre que certaines acti­vités artistiques ont eu plus de chance que d'autres, en référence au peu ou beaucoup de soutien qu'elles ont re¡;u. Parmi ceux-ci, on peut citer le cinéma, certains arts visuels et scéniques, la musique et la mode. l l est ainsi manifesté que, dans ce cadre orange, la contribution que les idées et les activités culturelles peuvent apporter a une économie nationale ont commencé a etre reconnues, a condition qu'il existe un soutien, des in­citations et des garanties qui facilitent leur insertion dans le cycle économique, sans laisser au sort ou a l'influence de quelques­uns.Réconcilier la relation entre l'économie et la culture n'est pas une tache facile étant donné que, pour les esprits créatifs, le caractere monétaire avec lequel ils veulent valoriser et mesurer est odieux et inconfortable; pour la raison que cela ne représente pas vraiment la valeur créative et innovante qu'ils possedent. En outre, le manque de reconnaissance de leur travail comme légitime, mérite de béné­ficier de toutes les conditions et opportunités qui leur manquent pour souvent les conduire a grossir l'informalité de leurs activités, les privant ainsi de la possibilité de participer a une chaine de valeur qui profite a tout le monde.D'autre part, Buitrago et Duque, dans leur manuel (page 47), considerent l'économie et la culture coOteuse d'une meme piece: l'une est la représentation abstraite de sa valeur symbolique et l'autre est sa validation quantitative précise, puis étant la monnaie elle-meme la création des deux (page 48), compte tenu des facteurs qui s'y trouvent: capacité de production, sérieux, solidité, es­prit d'entreprise ou valeurs de la société qui la rec;:oit. Dans ces, les sociétés utilisent leurs symboles culturels les plus importants et leurs icónes historiques les plus reconnues pour orner et soutenir leur valeur (p. 49).Dans cet ordre d'idées, est réalisé que dans la réalité et le contexte colombien, la culture et l'économie se completent et soient confron­tés au meme probleme, qui constituera le plus grand défi auquel cette proposition de l'économie orange doit faire face, ce qui montre la volonté politique , grace aux po­sitions actuelles de ses partisans. lls seront alors nécessaires que des mo­deles commerciaux innovants et créatifs permettant de transformer des idées en biens et services culturels dont la valeur est déterminée par leur contenu de propriété intellectuelle et, sans aucun doute, ils se­ront présents, en utilisant les technologies nouvelles et modernes de l'information et de la communication, afin de contribuer et de promouvoir la connectivité a l'insertion de ces industries créatives et culturelles, contribuant ainsi a la chaine de valeur de la création, accompagnée par l'éducation et la préservation du patrimoine, dans cette soi-disant économie orange.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno