La crítica freudiana del hecho religioso representa, sin duda, una de las impugnaciones más inmisericordes de las que se han podido llevar a cabo a lo largo de la historia. Nunca, quizás, se había pretendido enlazar el acto de fe y la práctica de la religión con elementos tan oscuros, primitivos y arcaicos del ser humano: la violencia, la rivalidad, el sexo o el instinto de supervivencia animal. Esta deconstrucción de la experiencia de fe y su reducción a los componentes más cuestionables del ser humano ha tenido una considerable repercusión en nuestra sociedad occidental. El profesor Carlos Domínguez sugiere una reflexión teológica que se confronte con este hecho y que acepte el desafío de adaptar, revisar, reformular y replantear sus propias categorías.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados