Una novela que nadie quería llevar al cine. Un estudio en bancarrota. Un director que llega al proyecto casi por azar. Una estrella que luchó para conseguir el rol de su vida y un respetado actor inglés que se convirtió en un icono interpretando a un psicópata caníbal. El 14 de febrero de 1991, los espectadores estadounidenses celebraron San Valentín sufriendo por Clarice Starling y pasando miedo gracias a Hannibal Lecter. Hoy, 30 años después, "El silencio de los corderos" resiste el paso del tiempo y se erige como uno de los grandes títulos de la Historia. Abrimos una botella de buen Chianti para brindar por ella.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados